Pensamiento y Acción Social, -PAS- rechaza las expresiones públicas de violencia de género y contra NNAJ, así como la apología e instigación al proxenetismo y explotación sexual producidas y difundidas por Fabio Zuleta; invitando a las autoridades competentes que además de las investigaciones y respectivas acusaciones se encaminen las debidas reparaciones al pueblo Wayúu.
Ilustración tomada de @COMICARICATURAS
Mientras el país conmemoraba el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado a través de distintas actividades virtuales, la atención de medios de comunicación y redes sociales se centró en las manifestaciones de rechazo frente a -lo que consideramos es- una expresión pública de violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes del departamento de La Guajira, que por su impacto simbólico contra la dignidad indígena y su instigación a la comisión de delitos contra mujeres y menores debe ser repudiada, investigada y debidamente juzgada para encaminar a reparaciones materiales y simbólicas al pueblo Wayúu.
En entrevista realizada y publicada el pasado 24 de mayo, el periodista vallenato Fabio Zuleta manifestó su interés por “comprarle una chinita Wayúu” a un supuesto palabrero llamado Roberto Barroso Putchipú.
En una mezcla bochornosa de entrevista y conversación privada en que se acuerda burlescamente la trata sexual de indígenas y afros, Zuleta y Barroso se refieren a tarifas y condiciones del comercio sexual de mujeres de las rancherías empobrecidas de la región, ¡Indignante!
Este diálogo vergonzante que causó el rechazo de distintos sectores de la sociedad civil y la opinión pública, puso en evidencia los imaginarios de mercantilización de los cuerpos de la población, de los territorios sagrados y de la naturaleza en su conjunto, y que lejos de ser anecdóticos han sido construidos en el territorio guajiro durante siglos de un sistema de acumulación íntimamente soportado en la violencia y el despojo, y principalmente destructivo sobre mujeres, mayores y niñas, es decir, profundamente machista. Recordemos que, aunque la sociedad Wayúu mantiene a nuestros días la sucesión matrilineal y la importancia de la mujer como dadora de vida y uno de los soportes espirituales de la comunidad, también ha estado marcada por la desigualdad estructural entre hombres y mujeres y la vulneración de sus derechos.
Al parecer el comportamiento de Zuleta no es un hecho aislado y, por el contrario, es un producto del conjunto de tradiciones y creencias clasistas, racistas y patriarcales instaladas por la élite local que controla el territorio. No en vano se atreve a publicar su menosprecio por la mujer Wayúu. El periodista, al igual que el conocido Tomás A. ‘Pocho’ Zuleta pertenece a la llamada “Dinastía de cantores vallenatos”. Referentes musicales y orales que no se encuentran al margen del poder político, la economía regional y en el caso de ‘Pocho’ de presuntos nexos con el Bloque Norte de los grupos paramilitares[1]. Es así que la posición social, cultural y política de F. Zuleta invita a entender la violencia sexual contra las mujeres Wayúu, en el marco del conflicto armado que ha azotado históricamente a La Guajira, en donde violencia, acumulación y cultura se entrelazan para dejar el actual escenario de vulneración de Derechos Humanos, amenaza de extinción del pueblo Wayúu y destrucción de la infancia y la dignidad de los NNJA, ¡El cuerpo de las mujeres como mercancía y botín de guerra!
Afortunadamente, la respuesta inmediata de la Fuerza de Mujeres Wayúu y de diversos sectores sociales que apoyaron su denuncia, ha llevado a Defensoría del Pueblo, Procuraduría General de la Nación e inclusive al Gobierno Nacional a repudiar el hecho y exigir acciones legales en contra del F. Zuleta; las cuales han obtenido una orden de averiguación por parte de la Fiscalía General de la Nación por la supuesta actividad delincuencial. Un importante precedente en un contexto de desconocimiento de derechos que, sin embargo, más allá de los resultados del escenario judicial y las disculpas presentadas por el periodista, demanda de reparaciones simbólicas al pueblo Wayúu y medidas efectivas contra la explotación sexual de mujeres y menores que agobia al departamento.
Resultan inadmisibles las expresiones violentas y denigrantes hacia las mujeres, en particular indígenas en pleno Siglo XXI, ¡No más proxenetismo y comercio sexual de menores, no más racismo y no más hambre obligante por el empobrecimiento económico y el abandono estatal!
[1] Orden de captura contra ‘Pocho’ Zuleta. Disponible en: https://verdadabierta.com/orden-de-captura-contra-poncho-zuleta/